Banxico destaca la solidez de las finanzas públicas y el sano desarrollo del sistema financiero
Alejandro Armenta Mier
En su reciente comparecencia en el Senado de la República, la gobernadora de Banxico, Victoria Rodríguez Ceja, expuso las principales acciones que se han adoptado para procurar la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda mexicana; para promover un sistema financiero más estable, competitivo y accesible, así como un sistema de pagos más seguro y eficiente; y hacer posible su objetivo de proveer de moneda a la economía nacional.
Dado que la estabilidad de precios constituye un pilar fundamental para que cualquier economía logre un crecimiento económico sostenible y con equidad, el Banco de México ha actuado de manera oportuna y decidida frente a las presiones inflacionarias provocadas por la pandemia de covid-19 y el conflicto entre Rusia y Ucrania.
La mejoría en el funcionamiento de las cadenas globales de suministro, la disminución de los precios de las materias primas, además de las posturas monetarias adoptadas por los distintos bancos centrales, hicieron posible que la inflación disminuyera. Las acciones de política monetaria del Banco de México han sido fundamentales para mantener el anclaje de las expectativas de inflación de los agentes económicos.
Después de haber ajustado al alza la tasa de interés, hasta alcanzar un nivel de 11.25% en marzo de 2023, la mantuvieron sin cambios a lo largo de un año hasta la reunión de marzo de 2024, en donde se determinó reducir en 25 puntos base a un nivel de 11.00%.
En el caso de nuestro país, durante 2023 la actividad económica de México se mostró resiliente y se expandió a una tasa anual de 3.2%, esto respondió al desvanecimiento de algunos choques impuestos por la emergencia sanitaria global, al dinamismo de la economía de Estados Unidos y al impulso del gasto interno.
Para 2024, el Banco de México anticipa un crecimiento del PIB de entre 2.2 y 3.4% con una estimación central de 2.8%; considerando que el consumo siga creciendo y que el dinamismo de la inversión continúe contribuyendo al crecimiento de la economía nacional. Mientras que para 2025, se prevé un crecimiento de la economía de entre 0.7 y 2.3%, con un estimado puntual de 1.5%, a partir de un mejor desempeño de la demanda externa y el impulso a la actividad económica provocado por el nearshoring.
Asimismo, la perspectiva del Banco de México es que las inflaciones general y subyacente sigan disminuyendo. Mantienen la previsión de que la inflación general se ubique en el objetivo de 3% hacia el segundo trimestre de 2025.
Con respecto a la estabilidad del sistema financiero mexicano, éste ha mostrado fortaleza y resiliencia ante los retos que ha enfrentado en años recientes; el Banco de México ha dado un seguimiento oportuno a su desempeño y el de sus participantes, ha evaluado los principales riesgos y vulnerabilidades que podrían afectar su estabilidad y, por lo tanto, su adecuado funcionamiento.
Además, ha implementado diversas acciones con el fin de incentivar una mayor eficiencia, competencia y protección al consumidor en el sistema financiero.
Sin duda, la estabilidad de precios, el sano desarrollo del sistema financiero y el funcionamiento eficaz del sistema de pagos son objetivos convergentes del Banco de México. Sus acciones han sido esenciales para dotar de certidumbre de la economía mexicana y para consolidar la certeza y la confianza en nuestro país. Las y los mexicanos deben conocer sus avances y percibir sus beneficios.
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